Como cada año llega la época de inicio de preparación y plantación del huerto.

Os contaremos como podéis iniciaros en el huerto. Esta afición es tan bonita como rentable, podréis disfrutar de vuestros propios productos y ganar en calidad.

Comenzaremos con la elección  del terreno, será imprescindible que tenga luz solar directa al menos ocho horas diarias y una toma de agua cercana para facilitar el riego.

Una vez que sepamos donde estará ubicado nuestro huerto y el tamaño que queremos, entraremos en la preparación del terreno.

Delimitaremos con vigas de madera o algún tipo de valla, en el primer caso sería para contención de la tierra de huerto y en el segundo,  si tenemos animales que no entren en el huerto a divertirse.

Preparación del terreno.

  • La tierra del huerto.

Es importantísimo el estado de la tierra, al principio puede que sea difícil reconocer todas las cualidades de la tierra pero poco a poco iréis conociendo y sabiendo un poco más.

  • Las malas hierbas.

Comenzados con la retirada de la maleza.

La superficie  de cultivo está destinada a productos de alimentación, no usaremos nunca productos químicos para quitar las malas hierbas, tenemos que cavar con una azada para extraerlas de raíz.

Posiblemente a los pocos días de hacer esta tarea vuelvan a crecer las malas hierbas y durante todos los meses que tendremos activo nuestro huerto.

Las malas hierbas hay que retirarlas  poco a poco y nunca dejar que crezcan mucho.

  • Mejorar la estructura del suelo.

Si el suelo es arenoso,  al regar drena rápido, puedes mejorarlo añadiendo materia orgánica (estiércol, paja o compost). Si es arcilloso, que no drena el agua, añade materia orgánica y arena de río.

La tierra debe estar suelta para que las raíces de las plantas puedan crecer. Para esto necesitas cavar con azada profundizar unos 25 ó 30 cm, posiblemente tendrás que tener paciencia y muchas ganas.

Un consejo para que esta tarea no sea muy dura es humedecer la tierra unos días antes del trabajo, humedece bien el terreno durante tres días antes de empezar a «mullir» tu huerto.

Retira cascotes y piedras dejando lo más limpia posible la tierra.

Tiene que retener humedad.

Dependiendo de cómo sea la tierra arcillosa o arenosa así será el drenaje o la retención del agua. Lo ideal es encontrar un equilibrio entre ellas, mezclar bien la tierra.

Tenemos que conseguir que el agua pueda filtrarse fácilmente y que se quede en las raíces para que la absorba.

Allanamiento del terreno.

Una vez mezclada la tierra allanaremos el terreno.

Si aportamos al final, una nueva capa de compost, humus de lombriz o estiércol sería muy beneficioso para el terreno, esta capa se irá filtrando poco a poco con la lluvia.

Dependiendo del cultivo elegido se harán surcos y división del terreno.

Así quedaría preparado el terreno del huerto para comenzar a planificar qué cultivos sembraremos en él.

 

 

 

 

 

 

 

 

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